17 julio, 2007

Carta Abierta al sacerdote de mi barrio y a la Iglesia Católica


Comparto con ustedes una carta elaborada por mi hermana Zulema,




Sr Roberto Armijo
Párroco de la Iglesia San Luis de Huechuraba

En representación de la actual iglesia católica, que me ha tocado conocer:


El sábado pasado, sábado 8 de julio, tuve el gusto de ser invitada por las hijas de la Sra Lola y don Pedro, vecinos de toda la vida y de mi barrio desde la infancia, a la celebración de sus bodas de oro.

Fue un agrado volver a entrar a la parroquia de mi infancia, donde hice la primera comunión, donde acompañamos durante muchos domingos, después de misa a nuestros hermanos y amigos a “hacerles barra” y llevarles algo para comer, cuando jugaban sus partidos de fútbol en la cancha de la parroquia. Fue hermoso ver a tantas vecinas, amigas de la Sra Lola y don Pedro, del Centro de Madres y a los familiares de ellos, que no veía hace tantos años.

Empezó la ceremonia, con toda la alegría de la celebración de tan hermosa ocasión para un encuentro familiar y comunitario: Compartir la alegría de una familia amiga, que como tantas otras, han pasado por momentos maravillosos y duros y han seguido juntos…y que ese sábado nos invitaron a compartir su alegría.

Ud como sacerdote y como es habitual en estos casos destacó la importancia de la permanencia y fidelidad de las parejas y las familias, que me parece un valor enorme, cuando las personas así lo deciden y sienten que dicha permanencia, como es este caso, los hace felices. Hasta aquí todo bien.

Sin embargo en un momento Ud señala, que quienes no mantienen el vínculo del matrimonio para toda la vida y desarman la familia y la vida en común, son indignos de Dios.

Sus palabras retumbaron como sentencia en mis cavilaciones de infancia y en mi alegría del re-encuentro con tanta historia.

Ha pasado una semana de haber escuchado su prédica y pese a estar en completo desacuerdo con Ud, quiero contarle todas las reflexiones, recuerdos y dolores que se han desatado dentro mío durante estos días:

Me pregunto la razón que Ud tiene para referirse con tanta insolencia respecto a la dignidad de una persona ante los ojos de Dios, por el sólo hecho de no mantener una relación que ha evaluado como dañina, porque dejó de amar, porque lo dejaron de amar, o lo que sea.

Me pregunto si Ud ha estado alguna vez casado, ha amado o ha tenido la oportunidad de vivir con una persona a la cual ama, en el sentido de pareja. Quizás no, pero me imagino que tiene hermanos, sobrinos y familiares. Imagino que alguno de ellos ha pasado por situaciones de quiebre de pareja….también les diría que son indignos?

Desconozco si Ud tiene esa experiencia directa…pero me imagino que habrá sido parte de su formación, y si no de su ejercicio como sacerdote, el conocimiento que la vida en pareja y en familia es un desafío nada fácil, en una sociedad que nos entrega pocas herramientas para aprender a vivir en pareja.

Imagino que Ud sabe, que en el espacio familiar, ese habitualmente sacralizado en tantos discursos oficiales, es el mismo en el cual ocurren gran parte de las situaciones de violencia, que a veces llega incluso a la muerte, mayoritariamente de mujeres que son asesinadas por quienes las aman y declararon cuidarlas y respetarlas para toda la vida.

No sé si sabe que es en ese espacio donde también se aprenden muchas veces formas de relación en que las mujeres deben aceptar que el varón tenga “sus aventuras por fuera”, porque “al final es hombre y es el responsable del sustento familiar”. Muchas veces la dependencia económica y no el amor hacen que muchas mujeres acepten situaciones denigrantes.

Supongo que Ud sabe que en el espacio familiar es donde se aprende también muchos de los mitos y prejuicios que validan el machismo, la mirada de la sexualidad como algo pecaminoso, el autoritarismo de los padres, entre otras tantas debilidades de este espacio de socialización.

Sería injusto pensar que la familia sólo es un espacio donde se aprenden aspectos negativos para la vida. Es también el espacio mas cercano de afecto, cobijo y aprendizaje…..Pero como la realidad no es blanca o negra (como me pareció su discurso ese día en la celebración de las bodas de oro de mis vecinos amigos), la familia es todo lo bueno que tenemos con su aporte formador, y también todo lo difícil con su contribución a nuestra de-formación. Cada uno a lo largo de su proceso de desarrollo hace inevitablemente el balance, de acuerdo a su propia experiencia de familia que le ha tocado vivir, tomando lo bueno, sacudiéndose, en la medida de lo posible lo malo y aceptando aquello que no nos gusta y no podemos cambiar.

Ese proceso de libertad humana es el que Ud no respeta en su discurso:

Si una persona o una pareja, como es obviamente mi caso, hemos tomado la dolorosa decisión de no seguir la vida en común, con el evidente dolor personal por el quiebre de la biografía que ello implica y sabiendo el enorme daño que implica para los hijos, fruto del amor que algún día se tuvo.

Si se ha tenido la valentía de tan cruda decisión, sopesando qué es lo más saludable, para todos, pese al dolor inicial.

Si la vida ha permitido que esas parejas cada una por su parte, superen el dolor y sepan formar una familia diferente, con los hijos viviendo con la madre o el padre (habitualmente con la madre, porque el machismo existe), visitando al otro padre los fines de semana, o como sea. Si esas familias han sabido salir adelante, Quién es usted para decir que esa decisión nos hace indignos de Dios?

Es mas digno para usted seguir en una relación donde el amor se acabó, o someter a los hijos a una relación deteriorada, donde no respeto o no amo al otro.

Pide Ud que se mantenga una farsa para mantenerse “dignos ante los ojos de Dios”.

Aunque Ud y muchos representantes de su iglesia piensen eso, permítame discrepar.

Fui durante años una militante activa de la iglesia Católica: Mi mamá fue catequista, yo me formé en el Centro Pastoral Juvenil, que aglutinaba comunidades de estudiantes fiscales vinculadas a la Congregación de los Sagrados Corazones. Conocí una iglesia Católica de lujo, con una opción preferencial por los pobres, con un llamado claro a construir el reino de Dios, no en el paraíso, sino aquí en la tierra, que nos interpelaba para amor a Dios en el rostro de los sufrientes, que para mi eran los familiares de detenidos desaparecidos, los pobres, las mujeres humilladas, los y las trabajadoras, sufrientes de condiciones laborales injustas, muchas veces dependientes de patrones muy “católicos y observantes”

Aprendí a respetar y enamorarme de una iglesia comprometida con la vida. Conocí los postulados y la práctica de la Teología dela Liberación y me cautivaron sus misas comprometidas con la vida cotidiana….nuestras misas era un encuentro para compartir la vida a la luz del evangelio. La comunión era el signo de ese compromiso y de esa vida comunitaria. La vida cotidiana era el espacio para traducir nuestra fe en acciones.

El país cambió, la iglesia cambió y cada vez me costaba más decirme católica, pero el punto de quiebre para mí, lo marcó la declaración del Cardenal Errázuriz, quien dijo que los separados no teníamos derecho a recibir la comunión. Fue un dolor enorme para mí: Fue como si mi familia, que en esa época solíamos encontrarnos todos en el almuerzo de los días domingos me hubiera dicho, “te queremos mucho, pero por estar separada no puedes seguir viniendo a compartir nuestra eucaristía de los almuerzos dominicales”. Me sentí totalmente excluida y de hecho no he vuelto a comulgar,… no me declaré católica en el Censo del 2001 y creo que esta situación es la mas real.

Evidentemente la iglesia en la cual me formé y en la cual creí no es la iglesia de hoy. Mis valores no obstante, siguen plenamente vigentes como motor de mi accionar personal y laboral.

La prédica suya el día sábado pasado me hizo volver a todos estos recuerdos y creo que estoy cansada de ser excluida. No quiero estar en donde no me quieren, en donde no respetan mis decisiones y en donde se refieren en forma insolente a mi situación.

Me encantaría saber si alguna vez Ud se ha pronunciado con tanta virulencia, insolencia y energía para referirse a la dignidad o indignidad de quienes hasta el día de hoy no informan dónde están los cuerpos de los detenidos desaparecidos, o contra los sacerdotes que han ejercido pedofilia contra niños y niñas de este país.

Los separados no podemos comulgar, pero si son autorizados los que violaron los derechos humanos, los que explotan a los trabajadores…ello sí son dignos ante sus ojos…

Me encantaría saber a qué se refiere Ud cuando habla de indignidad…pero francamente, creo que no voy a perder el tiempo esperando una respuesta suya…porque Ud ha sido claro en transparentar su alma cuando hace sus homilías.

Como Ud habló en un espacio público, yo también voy a hacer pública esta carta.






Zulema Contreras Muñoz
Una mujer “indigna”, que goza hoy de la gracia de tener una nueva pareja y una familia común, que nos está permitiendo vivir nuestro compromiso de amor y respeto mutuo.

36 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimados como bien dice Zulema ya que todo el tema ha sido p�blico el debate debe serlo tambi�n, debo reconocer que cuando empece a leer la carta pense que la reflexi�n se centrar�a en el calificativo de indigno de Dios que ese sacerdote habr�a lanzado contra los separados, sin duda que habr�a sido una l�nea de debate interesante centrarlo en la costumbre que tenemos los seres humanos de juzagar a los dem�s, en un acto poco evang�lico (con la vara que mides ser�s medido) nos arrogamos el car�cter de jueces, eso da para rios de tinta, sin embargo a poco andar me encontre con una descripci�n de las familias disfuncionales que ten�a mucho olor a generalizaci�n, extra�o si todo el episodio comenz� celebrando precisamente las bodas de oro de una familia que probablemente supo sobreponerse a algunos de esos problemas, �quien puede saber lo que ocurre tras las paredes de una casa?; luego de eso vino una extra�a virulencia sobre la postura de la Iglesia respecto del divorcio, entiendo que zulema este herida, pero si hubiese leido m�s el evangelio y menos a Boff sabr�a que no es la Iglesia sino Jes�s mismo quien condena la ruptura matrimonial (Mt 19, 4- 9) y los nuevos matrimonios (Lc 16, 18) para un creyente y se que Zulema no lo es, la palabra de Jes�s es la palabra de Dios, y como tal podr� discutir con un cura y hasta con el Papa pero discutir con Dios es no solo inutil �es una estupidez!, por otro lado la comuni�n no es un derecho al que tienen acceso todos los chilenos, como la educaci�n o la salud, es un privilegio para los cat�licos as� que no veo el sentido de mezclar peras con manzanas. Volviendo entonces al principio comparto con Zulema que juzgar de indigno a un separado es muy duro, basicamente porque yo no tengo porque pensar que la gente se anda separando por gusto sino m�s bien por disgusto y en ese sentido falta acoger con el coraz�n - y no con la ley - a todos los que sufren o han sufrido tal situaci�n, en ese sentido va para zulema mi solidaridad y mis mejores deseos para su vida. Eso no significa que se haga bueno lo malo, es decir que el esfuerzo de completar 50 a�os de casados, no puede tener el mismo valor que uno o dos matrimonios rotos; sin duda que cualquiera que haya tenido una relaci�n de pareja valorar� el esfuerzo que tiene el apagar los peque�os fuegos antes que se transformen en incendios, y el gran valor que tiene el que dos personas asuman libremente el compromiso de cuidarse y perdonarse, para toda la vida �y lo cumplan!

Saludos

Anónimo dijo...

Querida Zulema:
He leído tu carta con toda detención, y me llegó profundamente al alma. Hace mucho tiempo que no leía un testimonio tan conmovedor, profundo, fundado, sincero y cabal. Simplemente, magnífico. Así deberíamos hablar todos los laicos; como seres adultos, con conciencia y opinión propia, en vez de actuar con la pasividad habitual con la que nos tragamos a medias lo que el cura dice, y llegamos apenas hasta la etapa de pelarlo, pero no hacerle presente nuestra propia opinión y sus incongruencias personales.
Soy periodista, y, por supuesto, no guardaré tu carta en el computador.
Pero sí quiero hacerte presente, con todo el corazón, que no estás excluida de la Iglesia; que no eres indigna; que el Señor te acoge junto con tu familia con el mismo amor de padre que antaño conociste; y que ¡a Dios gracias! no todos los curas piensan como don Roberto ni miran la vida con anteojeras.
Tengo la gracia del Señor de trabajar activamente con curas así, con otra óptica: los misioneros claretianos, a los que, en forma similar a tus vivencias, he estado enlazado toda mi vida. Uno de ellos, su superior mayor en Chile, Agustín Cabré, compañero, amigo, colega y hermano mío desde niños, decía exactamente el otro día en una prédica: “los laicos deben actuar maduramente como adultos. Infomarse cuidadosa y atentamente sobre las verdades de la fe, pero actuar ante Dios conforme a su conciencia. ¿Cómo es posible que a una persona que ha formado una nueva familia de amor y realización, despuès de haber vivido una anterior que fue un infierno, tenga que decirle yo si puede o no puede comulgar? ¿Quiénes somos nosotros, los curas, para decírselo? La decisión tiene que tomarla ella, en conciencia y puesta en la presencia del Señor. El privilegió a los seres humanos por encima de la ley y las normas. Cada uno debe tener la madurez de decidir hasta dónde lo obliga la ley, si por encima de ella está su propia VIDA“.
Por lo mismo, mi querida Zulema, te animo a hacer eso. Y, por sobre todo, te animo a no marginarte de TU IGLESIA. Por algo te dio el Señor todo lo hermosísimo y tan rico que viviste y actuaste en tu formación cristiana juvenil. El Señor te lo dio, y para algo te lo dio. Por cierto, no para que terminaras escondiéndolo en el mueble de tus reliquias; porque “la luz se ha hecho para que alumbre, no para esconderla en un cajón“. Nadie tiene derecho a marginarte de la comunión con tu Iglesia, que se hace sacramento en la comunión eucarística; y menos por causa de una decisión tuya de conciencia. Por último, si hay una norma de tipo general, el Señor dijo que “no se ha hecho el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre“.
Hermana mía querida: eres una cristiana-católica de excepción. Te rindo mi modesto homenaje de admiración, de respeto y de amor. No puedes dejarnos y marginarte. Tu Iglesia te necesita. Muchos te necesitamos.
Deseo con toda el alma que no te pierdas de mí. Tu hermano sabe quién soy y lo que hago; él nos ha hecho llegar tu magnífica carta a un grupo de amigos con los que estamos constituyendo una comunidad muy especial.
Todo mi cariño para ti, en el nombre del Señor.
Alfredo Barahona Zuleta.

Anónimo dijo...

Sin dudas, este es un problema que se plantea mas de alguna vez y respecto del cual les voy a dar mi opinión:
1.- Independientemente de lo que predique "este sacerdote", nadie, absolutamente nadie, es Indigno para Dios.
2.- Un sacerdote es solo parte de la Igelsia Católica y de hecho una mínima parte, por lo cual no representa a la inmensidad de católicos que habemos en el mundo.
3.- Jesús dice Iglesia eres tú. El templo de Dios somos nosotros.
4.- No es bueno confundir una situación de valores y principios de nuestra fe, con un problema de machismo, el cual sin duda que es malo, pero las causas de separación de un matrimonio pueden ser mucha y de hecho muchas no tienen nada que ver con el machismo y siguen siendo tan validas como cualquier otra razón.
5.- Dios nos dio el libre albedrio lo cual significa tomar nuestras propias opciones y naturalmente muchas veces equivocarnos, pero siempre Dios nos entiende y perdona. Sería una Barrabasada de Dios darnos la posibilidad de elegir, pero al momento de hacerlo, sino estamos de acuerdo con Él, castigarnos. Y obviamente Dios lejos de ser un Barrabas, es infinitamente bueno.
6.- En este mismo contexto un cura X puede equivocarse e incluso vivir equivocado, pero nosotros debemos perdonarlo y naturalmente tratar de usar la corrección fraterna para sacarlo de su error. En este caso error tan evidente en el mundo actual.
7.- Zulema, espero que esto no signifique un alejamiento de tu fe, porque ella solo depende de ti y de nadie mas. Aqui no hay cura que valga ni institución Iglesia que valga.
8.- finalmente espero que tu comprensible enojo se te pase pronto.

Con mucho cariño... Róbinson

Anónimo dijo...

Al respecto te puedo comentar:

Por qué les llaman Curas si son la misma enfermedad?
La internacional más grande con 2000 años de historia comercial sigue manipulando a sus clientes.
Salu2,

Claudio

Anónimo dijo...

Amiga y amigo de la Red:
Va aqui la Carta de Zulem Contreras hermana de nuestro amigo y compañero Jose Luis Contreras. La Carta interesa en su contenido y sentido por tratarse de un asunto que no pasa por inadvertido en nuestra vida familiar y social.
Cordialmente,
aucapanrene@gmail.com

Anónimo dijo...

Un amigo de nuestra hermana tierra Chilena nos ha pedido que difundamos esta carta, y sin duda vale la pena leerla. Mientras recordamos a curas como Angelleli, Mugica, y otros tantos que se comprometieron con su pueblo, también estamos presenciando en Argentina el Juicio de un cura que avaló la tortura. Las misas en Latin, los ataques a otras religiones, el absolutismo en el que se quiere esconder esta nueva iglesia, liderada por un señor que perteneció a las Juventudes Hitlerianas. Pecados de juventud, que parece no abandonó, y que lleva a que esta américa latina se sienta lejos de aquella teologia de la liberación, del compromiso con los más humildes….gracias Jose Luis por acercarnos esta carta.

Rossy dijo...

desafortunadamente son esas las actitudes que alejan a los fieles... y pues es increible que una persona sea indigna de dios y que un asesino solo con confesarse sea perdonado para que pueda recibir la comunion y claro "entrar al paraiso"...

son cosas que cualquier ser humano no entiende.... ahi esta la famosa historia del padre amaro (en mexico) y la resolucion que dieron hace unos dias en cuanto a indemnizar a las familias de niños abusados por sacerdotes...

es triste, pero es nuestra realidad...


saludos y pues... mis respetos para su hermana Zulema por enfrentar con validos fundamentos estas "etiquetas"..

Anónimo dijo...

Lamento la rabia de Zulema, es entendible, lamentablemente el padre se salió de madre, ya que, si fuesen indignos de Dios los separados, no podrían existir los movimientos Carismáticos dentro de la Iglesia, ni tampoco los de Conversión.



Dios nos ama a todos sin distingo, somos nosotros lo que no aceptamos su amor, nos cuesta reconocer que nos perdona siempre

Anónimo dijo...

Muchas Gracias a todos por sus comentarios y opiniones.

Quiero contarles que si bien hoy estoy fuera de la iglesia católica y no me considero tal, siguen vigentes para mi los valores y el sentido profundo de ver a Dios en las personas.

Por tradición familiar y especialmente de parte de mi madre, rescato el aprendizaje de no centrarse en hablar de Dios o de religión y permitir que las acciones lo reflejen.

Intento aquello cada día y eso me llena el alma

Gracias a todos y todas

Zulema

Claudia Corazón Feliz dijo...

Ya escribí algo al respecto en mi blog, pero debo decir que los curas y la iglesia católica me importan lo mismo que nada y encuentro que sólo representan el doble estándar del chileno gueno pa tener autos grandes y comer puros fideos en su casa.

Respecto a las pizzas don, encuentro el gesto harto malo, cagaos es decir lo menos.

Saludos y excelente carta!

porteña dijo...

Pucha que son choros estos Contreras!!!! por eso me caen bien

Yo con los curas y en general con todas las iglesias y sus representantes, mientras más lejos mejor.

No me interesa hablar con los curas, por lo menos no de temas de pareja...se supone que no tienen experiencia y si la tienen ...no debieran.

Mis felicitaciones para Zulema, se las mandó con la carta, de ahí me cuentas cómo le quedó el ojo al curita jajaja.

Anónimo dijo...

José Luis:

suena brutal pero no me extraña mucho... cuando bautizamos a los peques el cura le dió con eso de "el hijo de tu vientre..." y "sangre de tu sangre..." (a pesar que en la reunión preparatoria previa le habíamos dicho que nosotros éramos los papás adoptivos de Alejandra y José, y los tíos y tatas y sobrinos, porque nos hizo ir con toda la familia)

Conclusión: él cumplió con todo el ritual de una ceremonia de bautizmo pero no bautizó a nuestros hijos ni nuestra paternidad/maternidad ni a nosotros como familia adoptiva... a sus ojos nosotros (mi familia) no merecía recibir la bendición de Dios... Disculpa pero que se pudra en sus prejuicios; nosotros recibimos la mejor de las bendiciones: la llegada de nuestros hijos... y eso a él lo le va a pasar nunca... simplemente se la va a perder...

bien por nosotros, las "otras" familias...

un fuerte abrazo, Bernarda

Anónimo dijo...

Querido Arturo Cárdenas
Creo que no se trata de decir que algo sea bueno siendo malo; sería lo mismo que decir que la noche es día. De lo que se trata es que sólo Dios es capaz de juzgar cabalmente cada caso particular y sopesar las razones que cada cual ha tenido para obrar como obró; máxime en situaciones como una convivencia matrimonial que se ha hecho insostenible. El nos señaló los caminos por donde debíamos transitar, pero no declaró réprobo al que, por razones que su propia conciencia conoce, no ha podido seguir esos caminos. Si los seres humanos somos capaces de comprender al hermano que en medio de enormes sufrimientos terminó con su matrimonio, reencontró después el amor y revivió realizándose como persona, ¿no será Dios capaz de comprenderlo? ¿Le dirá “apártate de mí, Satanás “, o más bien le repetirá “vengan a mí los que están oprimidos y atribulados, y hallarán descanso para sus almas”? Por cierto, no le dirá “has obrado muy bien, hijo mío“, pero sí “a pesar de que no obraste como yo dije, te sigo amando con todo el corazón, te comprendo y te recibo“. Sólo él es capaz de escrutar los corazones y juzgar rectamente. No declara abolida la ley, pero es el único capaz de juzgar caso a caso a quienes no cumplieron con la ley. No quiere que seamos profetas del error, pero sí, y por sobre todos, profetas de la comprensión, de la acogida y, en definitiva, del amor fraterno sin reticencias. No declarará que el error se haya hecho bueno, pero será capaz de penetrar hasta lo más hondo de la subjetividad de quien transgredió objetivamente la ley. Por eso la suprema regla de moralidad es la propia conciencia, y por ella nos juzgará el Señor; no por la mera letra de la ley. El señaló cuál era la regla respecto del matrimonio, pero no dijo que quien no la cumpliera no podía acercarse a él. Cada cual, según su propia conciencia, debe decidir si conforme a su propia situación puede o no comulgar. Y nadie tiene derecho a declararlo indigno a priori, basándose en la objetividad de la ley. El cristianismo no es en sí mismo la verdad; camina tras la verdad, que es únicamente Dios. Por eso los cristianos no podemos atribuirnos ser depositarios únicos y absolutos de la verdad, y juzgar como si fuéramos Dios. Comprender, acoger y amar por encima del juzgar, no es convertirse en liberal progresista. Nuestra regla suprema y lo único que en definitiva perdurará, es el amor. Lo recalcó el Señor una y otra vez en su testamento postrero: “en esto conocerá el mundo que ustedes son mis discípulos“. Y si él nos manda amar, dio ejemplo de amar más que nadie. El es el rostro del Padre, quien, por supuesto, es mucho más padre que juez. Si alguien se acerca a él de pleno corazón, en medio de sus propias y personales circunstancias, no será rechazado como indigno. Tal vez “se le perdone mucho porque ha amado mucho“.

Anónimo dijo...

Querido Alfredo ya que me planteas este tema publicamente te respondo publicamente, la misericordia es central ¿quién puede negarlo?, acaso Dios mismo no está hecho de amor, misericordia hacia zulema por su situación, misericordia hacia el padre Armijo por su opinión, pero la misericordia no es sinonimo de decir que algo es bueno cuando es malo, sino que es condición para decir la verdad con claridad y acogida, no debo recordarte hermano que Jesús mismo dijo que El no había venido a abolir la Ley sino a cumplirla y que aquel que traspase uno de los mandamientos y así lo enseñe a los demás será el más pequeño en el Reino (Mt 5, 17-19), por lo que no cabe que amparándonos en la misericordia nos transformemos en profetas del error, ¡eso no está bien!, la misericordia de Dios expresada en su sacrificio en la cruz nos llama a la conversión, porque fuimos liberados pero no para persistir en el error sino para reconocer que todos tenemos un lado flaco o una espina en la carne si prefieres, es en base a ese reconocimiento que podemos aspirar a la humildad que como bien me lo dijiste un día no es otra cosa más que la verdad de nuestra propia condición y falencia. El Amor contiene a la verdad y la justicia, no está en contradicción con ellas, todos debemos cargar una cruz, que es la cruz de nuestra propia condición de seres humanos fragiles y pobres, pero es a partir de ese reconocimiento que se abre la posibilidad de la conversión por cuanto podemos reclamar a Dios su ayuda para vencer nuestros miedos y fragilidades, para enfrentar la vida que nos ha tocado vivir por nuestras decisiones o por las decisiones de otros respecto de nosotros, no cabe que me ampare en mi debilidad para suponer que Dios hará una excepción en mi caso y el error se hara bueno para mi siendo malo para todos los demás, en Dios no hay excepciones, por la Fe no abolimos la Ley sino que la consolidamos como dice San Pablo, ¡todos pecamos!, ¡todos necesitamos perdón!, ¡todos necesitamos arrepentirnos!, o es ¿que acaso yo soy mejor que zulema?, o ¿que zulema es mejor que el padre Armijo?, se que no estás diciendo eso pero para mayor claridad lo digo. Querido hermano el cristianismo no es una vertiente del liberalismo progresista, el cristianismo es la Verdad.

Anónimo dijo...

Querido Arturo y amigos todos:
Creo que el asunto medular que ha movido a Zulema a enviar al presbítero Armijo su excelente carta, no hay que mirarlo simplemente a la luz de la palabra de Jesús, que es el principio general y, en definitiva, es la ley. El propio Señor privilegió la plenitud de la vida por encima de la ley, y actuó con misericordia hacia los sufrientes, igualmente por encima de la ley.

Luciana dijo...

Bueno, qué quieren, Ratzinger anda discurseando que la Católica es la religión verdadera y burradas así, pasándose al menos 100 años de avances ecuménicos en el mundo, y todo lo que se esforzaron los últimos tres Papas en tal sentido. O sea, lejos de existir una apertura, está notándose cierta mirada ortodoxa en gran parte de las huestes sacerdotales.
En la contraria, como signos positivos, hay más apertura a bautizar a hijos de padres no casados (hace cinco años la cosa era bastante rígida, según amigos míos) y los colegios están limitándose a pedir que el niño sea bautizado.
Pero como dice la carta, por estas mismas razones y extrañas inconsistencias, cuando fue el censo no me declaré católica. Porque el discurso imperante no me parece el correcto y siento que también me dejaron de la puerta para afuera de la Iglesia.

princess olie dijo...

Qué pena,
Dios no merece esos pastores
que sólo ahuyentan
a un buen rebaño

Además,
siempre he creído
que la monogamia
o el matrimonio único
es una ilusión,
y llamar pecaminoso
a tener una segunda pareja,
con o sin libreta
y traje de novia
sólo demuestra
que ese sacerdote
no tiene idea
en que siglo vive,
pues esas reglas
más son de orden público
que divinas...

Creo que Dios
es mucho más
que un Padre Castigador
frente a la felicidad...

Bien por Zulema:
apoyo su carta
en toda su extensión.
Nací católica
y tengo mucha fe,
pero a veces
me desconcierta lo que hacen
quienes nada saben
lo que significa e implica
vivir en un matrimonio
que no funciona...

Además, te invito
a mi nuevo
canal de expresión

http://www.achib.cl/blog/2007/07/17/ucronia

Cariños:

olie

Roberto Iglesias dijo...

Increible, podria relatarte mil y una cosas mas sobre lo que ha sido mi experiencia en temas cercanos a la religion y uno que otro cura que ha sido parte en mi vida como estdiante y dirigente juvenil saleciano. En donde cosas como estas me han hecho verla desde bien fuera y finalmente desencantandome de todo ello.

Imagina que el mismo cura que me bautizo, me hizo la primera comunion y confirmo...se nego a casarme con mi actual esposa, a quien conoci justamente trabajando con el organizando navidades populares para niños de escasos recursos. Condenandonos duramente por ser muy jovenes( 18 años) para dar este paso. lo que en definitiva al hacerlo en otro lugar, termino por quitarnos hasta el saludo. hoy despues de casi 15 años de casados, tres hijos, regresamos a esa iglesia... la sopresa fue grande al verlo entrar y hacer la misa... posteriormente al terminar la misa, nos acercamos y le presentamos a nuestros hijos y le pedimos confesarnos... a lo cual se nego inmediatamente por segun el... usar anticonceptivos.

qu quieres que te diga... que se puede pensar verdad de lo que tu experimentaste y lo que uno experimentò.

me duele como hombre de fe, como padre y esposo. En fin... al parecer la iglesia es la peor de las dictaduras... la mas insencible y ciega.

Saludos te veo el sabado.

Cristian dijo...

Doc José Luis:
Leí atentamente la carta de ¿su hermana?... y qué puedo decirle, una lástima lo que sintió al escuchar esas palabras, que ciertamente nadie merece.
Personalmente creo que no somos nadie para condenar, pero me gustaría aclarar el tema de la comunión, que sabrán, no depende de si mi conciencia me dice o no si puedo hacerlo,sino de hechos objetivos. Parece que a la señora Zulema nadie le advirtió que si se casaba por segunda vez, no podría hacerlo por la Iglesia, y por lo tanto, ella misma se marginaba de la comunión sacramental, que tampoco es la única forma de participar en la Iglesia.
Cuando llegan acá a preguntarme si pueden separarse o no, yo les digo que esa decisión ellos la toman, pero les advierto que si se separan, y quieren volver a juntarse con otra persona, no podrán comulgar... y lo han entendido claramente.
Insisto que eso no depende de los curas, sino de lo que el Evangelio nos enseña. Como en todo orden de cosas, hay que informar y formar la conciencia de cada fiel.
A la señora Zulema le digo que no se sienta fuera de la Iglesia... los que viven situaciones como la suya, yo creo que son los miembros más débiles de este imperfecto cuerpo que llamamos Iglesia (por nuestra fragilidad imperfecto), y que por lo mismo merecen mucha atención,cuidado y respeto. Se puede participar de la Iglesia en la oración, en la comunión espiritual, ofreciendo al Señor el dolor de no poder recibirle espiritualmente, que ciertamente, tiene mucho mérito... y sin duda, eso no quedará sin recompensa.
Gracias doc por comentar esta situación tan dolorosa para muchos católicos, que como su ¿hermana? terminan por abandonar su fe. Bendiciones.

Anita dijo...

Hola Doc

Que lamentable la "frase" que dijo el sacerdote.

El amor de Dios, nuestro Padre es infinito y él jamás querrá apartarnos de su lado.

Dígale a su hermana Zulema que muchas personas han pasado por esa discriminación que hacen los representantes de la iglesia católica.

Basta con recordar la "parábola del hijo pródigo" para darse cuenta que Dios no piensa como el sacerdote.

Un fuerte abrazo para ustedes.

Ana María Artigas
Mamá soltera.

Anónimo dijo...

Querido Arturo:
Reafirmo que no se trata de renunciar a los principios que consideramos parte esencial del mensaje de Cristo, ni echárselos al bolsillo. También estoy, una vez más, de acuerdo en que el cristianismo no es la rama humanista del liberalismo progresista; concuerdo también en que no es una filosofía de vida, ni tampoco la Iglesia es una ONG transnacional de asistencia social. Pero nada de eso anula el que por encima de las normas están la propia conciencia y, más aun, la ley del amor, en virtud de la cual ningún hermano puede ser excluido, ni menos declarado indigno por una transgresión objetiva a la norma.
La propia Iglesia, que antiguamente castigaba con la excomunión a quien rompiendo el vínculo sacramental se casaba de nuevo, hace tiempo que dejó atrás esa actitud autoritaria e inmisericorde. Y de hecho ha venido siendo frecuente que cuando cristianos que llevan largo tiempo en esa situación con una nueva familia (por otro lado ejemplar) consultan a sacerdotes prudentes, éstos no sólo los autorizan, sino que los animan a acercarse de nuevo a la comunión. Un postura que aboga por la adultez de los laicos prefiere, en cambio, que éstos mismos ejerzan tal adultez de su fe y tomen su propia decisión, conforme al principio fundamental de que la regla suprema de moralidad es la propia conciencia debidamente informada.
En cualquier caso está como base la consideración de que cada pesona tiene su propia situación, la que hay que considerar en particular. No se pueden lanzar condenas generales al boleo y a rajatabla. Harto pecó en eso la jerarquía eclesiástica en el pasado, olvidándose del principio fundamental del amor, la misericordia y la acogida. Y así se llegó a la Inquisición y se quemó a tanta gente por su forma de pensar. Jesús, rostro humano de Dios, no actuó así; a la única “raza de víboras“ que condenó a gritos fue a los hipócritas y abusadores contra el pueblo que les estaba sometido en virtud de su condición de sabios, doctores de la ley y devotos observantes. El Dios que Jesús nos mostró es el Padre misericordioso y acogedor. No podemos suponer que, en el caso que estamos comentando, él les exija como única posibilidad de volver a sus brazos, a todos y cada uno de los que transgredieron su ley matrimonial, que dejen a su nueva familia y vuelvan a la situación, frecuentemente infernal, de donde salieron.
Si “la humildad es la verdad“, creo que el presentarnos ante el Padre en la condición real como somos y estamos para pedirle que nos acoja, radica la realidad del hijo pródigo y, sobre todo, la del Padre que abraza, besa y festeja a su pobre hijo. Y esta actitud del Padre no se da al boleo, sino individual y personalmente con cada uno de sus hijos.
La ley se ha hecho para el ser humano, y no al revés. Y lo que Dios quiere por sobre todo es que sus hijos “tengan vida, y la tengan en abundancia“. No que vivan atormentados en su conciencia hasta la muerte por situaciones irremediables. La ley existe, y es absolutamente respetable. Pero es más importante el ser humano, imagen e hijo de Dios, para quien se hizo la ley y al que se dotó por Dios de la conciencia como regla suprema de moralidad frente al cumplimiento de la ley. El que se la salta como por deporte y enseña lo mismo a los demás, “será ínfimo en el reino de los cielos“. Pero no se puede condenar por decreto a todos los que infringen la ley, incluso por salvar su vida. Si sacar al burro del pozo en sábado infringiendo la ley no fue condenable, ¿no valen los hijos de Dios más que el burro?
Por supuesto, ¡bien por este intercambio de ideas!, querido Arturo. Bendiciones y un gran abrazo para ti.
Alfredo.

Anónimo dijo...

Querido Alfredo ¿quién puede dejar de reconocer y estremecerse frente al amor que trasuntan tus palabras?, ciertamente que Jesús nos llama a todos los que de una u otra forma sufrimos, por cuanto el nos aliviará con su propio sufrimiento en la cruz, pero para eso es preciso dar el primer paso y acercarse a Cristo, hay que llamarlo con fuerza como Bartimeo, hay que arrodillarse a sus pies como la mujer sirofenicia, hay que subirse a un arbol para verlo como el publicano Zaqueo, sin duda que El sale a buscar a la oveja perdida pero también la oveja debe aceptar ser cargada en sus hombros, porque Dios nos ha hecho libres de aceptar o no su palabra, somos imagen y semejanza de El, tenemos libertad para aceptar o rechazar su invitación al banquete, y si tenemos esa libertad ¿acaso no tenemos responsabilidad?, como tu bien dice nosotros no somos quienes para juzgar a nadie y en eso dices la verdad, pero si debemos juzgar los actos, compasión con el pecador porque todos lo somos, dureza con el pecado porque no es lo que Dios quiere, sino en aras de mostrar la compasión de Dios ¿no deberíamos todos hacer el mal? como denuncia san Pablo en los Romanos, es obvio que si fuimos liberados con la sangre de Cristo no lo fuimos para persistir en el error sino para vivir en el amor a Dios, todos los creyentes saben que el primer mandamiento es amar a Dios por sobre todas las cosas, y que el amor a mi projimo solo se entiende en ese contexto porque lo que hagamos al más pequeño, a El se lo hacemos, pero no podemos amar más al projimo que a Dios, o es ¿que acaso no nos llamó a Jesús a dejarlo todo y a todos incluyendo los hijos y los esposos por seguirlo a El?, a amarnos entre nosotros como El nos amo, nos llamó Cristo, pero acaso a la mujer adultera le dijo "hija te entiendo así que sigue en tu adulterio" o no le dijo más bien "yo tampoco te condeno, vete y no peques más". Hermano mio la compasión de Dios no está sobre lo que es bueno y correcto sino precisamente en mostrarnos lo que es bueno y es correcto, quien se acerque a El con humildad y reconocimiento de su propia falla sin echarle la culpa al empedrado y sin demonizar a los que le acusan, sino con lagrimas de arrepentimiento ese será acogido, pero quien como el Fariseo de la parabola se juzgue a si mismo digno ese no puede recibir compasión porque no la busca. No juzguemos al pecador, a ninguno, pero ¿acaso no ha habido juicio contra el cura Armijo?, ¿acaso no se le ha tratado de presentar como el arquetipo de un Iglesia que condena y no acoge?, por cierto que no avalo a quien declara indigno a otro ser humano, pero tampoco puedo avalar a quien en virtud del dolor se cree redimido y ungido para juzgar, ¡el dolor no es monopolio de nadie!, ni de creyentes ni de no creyentes, pero como nos dice la escritura "no hay quien sea justo, ni siquiera uno solo"; finalmente hermano el cristianismo no es una filosofía de vida, ni tampoco la rama humanista del liberalismo progresista, así como tampoco la Iglesia es una ONG transnacional de asistencia social, es mucho más que eso, el Cristianismo es el unico Camino,o es ¿que acaso como Iglesia no somos parte del cuerpo de Cristo y Cristo nuestra cabeza? y si Cristo, que es la imagen visible de Dios invisible, es la Verdad ¿como pueden haber dos caminos?, o es que acaso ¿hay dos Cristos?, querido hermano no es bueno que el amor al projimo nos ciegue, bueno es acoger al que sufre malo si por acogerlo nos alejamos de la unica Verdad. Sobre la comunión acaso no dijo Cristo a Pedro "a ti te dare las llaves del Reino de los Cielos y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos", ¿como entonces negarle la autoridad para administrar los sacramentos?, por cierto que cada uno sabe en su corazón si recibe o no la comunión y sin duda que en la desesperación podemos "robarla" pero ¿no es mejor reconciliarse con Dios para recibirla en propiedad? Le doy Gracias a Dios por este rico intercambio porque nada hay que arroje más luces sobre la doctrina que confrontar problemas como este, y sin duda que agradezco tu interés por mantener este intercambio, me enriquezco con tu visión humanista, espero haberte contribuido en algo también, me despido en el Señor, que Dios te bendiga.

Anónimo dijo...

Estimados Arturo y Alfredo (A&A, parece una marca comercial): ¿Leyeron la lectura diaria de hoy? Sin pretender nada, creo que en gran manera aclara esta discusión, ya un tanto larga y que si bien es cierto es muy interesante, me hace pensar en que puede tener algo de arrogancia, cuando de alguna manera transforman un hecho muy ingrato de Zulema, en un hecho fundamentalmente teórico. Estimados, el cura "se equivocó en su trato para con los separados". Puede haber muchos datos que hagan entender el porque del error y que naturalmente su error no se arregla con otro. Pero para mi es importante que los curas sean de "verdad acogedores" y en ningún caso hostíles, de alguna manera son los llamados a dar muestras de amor primero que nadie, muestras de humildad y no sobervia. Bueno, al parecer me estoy contagiando con ustedes, ¡Reitero, lean la lectura diaria de hoy! Con mucho cariño Róbinson
PD.- ¡A no ponerse lateros, que es lo que mas ahuyenta a las personas del cristianismo!

Anónimo dijo...

Querido Róbinson y amigos todos:
Para no ponerme latero, concuerdo con Róbinson en que el evangelio de hoy aclara muy bien la controversia reafirmando en labios del Señor que por encima de la ley está el bien esencial de las personas: vivir integralmente. ¡Bienvenido este evangelio en el momento oportuno!
Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Esta bien, Robinson distiende con su humor y se agradece, no comparto la libre o liberal interpretación que hace del Evangelio de hoy y en eso concuerdo con la vilipendiada jerarquía, pero agradezco a Dios la oportunidad de evangelizar el momento presente y los problemas actuales, Saludos Fraternales y ¡hasta aquí no más llegamos! nos vemos el 4.

Erika Contreras dijo...

Zuly:
Se lo que has sufrido y el costo que ha tenido para ti la separación. Me paree insolente, por decir lo menos, lo que dijo el sacerdote Armijo.
Has reconstruido tufamilia y eso me llena de felicidad. He visto a Dios siempre en tu hogar, pero ese Dios de hechos y no palabras. He sido testigo de tu generosidad, no sólo conmigo y mi familia sino que con muchas personas que han buscado cobijo en ti.
Adhiero completamente al contenido de tu carta.
Te quiero mucho, tu hermana y amiga
erika

Anónimo dijo...

Va mi respuesta al Sacerdote? Cristian, de Con Cón

Sr Cristian

Soy Zulema Contreras, la hermana de José Luis, que escribí una carta en respuesta a la prédica del Sacerdote Armijo.
Quiero decirle que me parece muy pequeña la generosa oferta que Ud plantea a los separados y separadas: Es decir podemos seguir siendo parte de la iglesia, pero en categoría de segundones. Por eso prefiero estar fuera, porque Ud representa la iglesia que no reconozco en la figura y ejemplo de Jesucristo.O todos somos hijos legítimos y con pleno respeto o nadie. Si en la sociedad civil hemos avanzado en homologar a los hijos dentro y fuera del matrimonio, no entiendo la pequeñez de su mirada. Por eso decido no recibir migajas y prefiero estar de frentón fuera.
Con mucha discrepancia, pero respetando su derecho a pensar distinto

Zulema

LS dijo...

Bastante desafortunado el comentario del sacerdote, con todo el respeto que me merecen...

Nadie es indigno para Dios, sobre todo cuando esa persona lo tiene presente en su vida, todos cometemos errores, pero Cristo ya murió pro el perdón de todos nuestros pecados y los que cometamos a futuro.

Un abrazo Zulema

Anónimo dijo...

Yo no quiero focalizar las críticas en la Iglesia Católica...porque, cual más o cual menos, toda religión tiene sus hipocresías que alejan a la gente en vez de acercarla. ¿O hay que recordar el caso del hijo de un Obispo evangélico que mató a un muchacho sano y deportista con un bate de béisbol?

Muchos representantes religiosos hablan más desde sus propios pensamientos en vez de ser voceros de la divinidad; recuerdo el caso de una mujer desesperada que no hallaba qué hacer para salir del complicado momento personal en el que se encontraba...y buscando consuelo, fue a una Iglesia evangélica vestida con una blusa y pantalones en colores recatados con tan mala suerte que el predicador alegaba contra las mujeres que vestían de una forma "no cristiana" (incluyendo el uso de pantalones). Esa mujer se suicidó aquella noche.

¿Cuántas personas se ven amarradas por unas normas desencajadas en el tiempo? Tengo una muy buena amiga con un temor reverencial a la Iglesia Católica, a quien su matrimonio definitivamente no le resultó y quiere una parte de ella armar una nueva vida, pero las admoniciones de normas pasadas de moda se lo impiden.

Es por todo ello que no creo en las formalidades de un ser superior, sea como se le llame...porque me parece de una hipocresía extrema estar "a Dios rogando y con el mazo dando". No es mala intrínsecamente una persona que no cree o manifiesta dudas a un poder divino...tengo mis faltas, evidentemente, pero me esfuerzo en ser una buena persona, como seguramente lo hace Zulema Contreras, la autora de la misiva de este post.

Saludos cordiales.

Romina Leticia Millán F. dijo...

Cuando una persona es Colocolína grita por el Colo, va a los partidos del Colo, quiere que gane el Colo, conoce los jugadores del Colo, sigue la trayectoria del Colo, claro el Colo no es perfecto, pero el Colocolino lo sigue igual, incondicionalmente, sin chistar, ahora sería ridículo que este Colocolino en cuestión quisiera que el próximo campeonato lo ganara la Chile, para que estén contentos alguna vez en la vida, si desea eso, bueno que se cambie a la Chile... sí esta explicación es ridícula, lo sé, pero así de ridículo, y perdónenme por estas palabras, pero así de ridículo me parece que un católico critique a la iglesia católica, pues si no le gusta ¿Por qué no se va?, ¿Por qué no se cambia de Iglesia?. Personalmente no soy católica, aun que estoy bautizada y me crié en un colegio católico, hasta que abrí los ojos y descubrí que la inquisición aun no termina, entonces, fuera de criticar la iglesia, simplemente me hice a un lado, que ellos sigan creyendo en el pecado, más yo no.
La iglesia, como la vida misma, está compuesta por gente buena y por gente mala, mi tía Rosa se casó virgen, tuvo el mismo marido toda la vida, crió a sus hijos con devoción, y todas esas cosas que a los católicos les gusta tanto, también hay otras gentes, torturadores, abusadores… y la iglesia los recibe igual, es injusto porque si es condenado el divorcio, más aun debiera serlo el genocidio, o la pedofilia.
Zulema estoy total y completamente de acuerdo contigo, en todo lo injusta que es la iglesia, pero ¿Por qué te angustias? Ya te declaraste no católica y punto, déjalos a ellos con sus creencias

Águila libre dijo...

Hola Doc: soy católica, y aunque debiera callarme, esta vez estoy completamente de acuerdo con su hermana.

Un abrazo,

María Paz

americacomparini dijo...

El cura Armijo me parece que està bueno "para la inquisiciòn". Solidarizo PLENAMENTE Y MAS con su hermana. No debe sentirse en absoluto afectada por la mala palabra de un "fanàtico". ¿quièn es èl para juzgar a otros?. Existe una paràbola en la cual Jesus habla de una de una mujer que serà apedreada. EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA" me pregunto: ¿què se cree ese cura ridìculo?. No todos tenemos la suerte o la madurez para encontrar el verdadero amor y ser correspondido o que funcionen las cosas. Si es para toda la vida ¡fantastico¡..pero si no resultò: bueno hay que volver a creer en el amor y tener una nueva pareja..o la que se le venga en ganas a uno. Ese cura "no es digno de ser escuchado"...y ANIMO.

Anónimo dijo...

pase a saludar al doc, pero me encontre con esta carta, que la verdad no me ha causado mayor impresion que el de confirmar que este mundo anda de cabezas, ver como dia a dia se distorciona la idea del amor de Dios, y sus reglas, reglas que solo han escrito los hombres para temer a Dios, y como????? si Dios es amor

Gonzalo dijo...

Gracias Cristian por aclarar sin juzgar. Todos somos pecadores, todos afirmamos cosas equivocadas. Me da pena que haya sido Zulema esta vez la víctima de unas palabras desafortunadas, que impiden ver que el mensaje de la Iglesia Católica es de Amor, y precisamente por hablar de amor habla de unidad y de indisolubilidad, que no pretenden otra cosa que conseguir la felicidad.
Cada día veo en mi consulta más niños con padres separados. Esos padres no sé si son indignos de Dios (eso es algo entre Dios y ellos, en lo que yo no voy a entrar) pero sí sé que esos hijos son unos desafortunados. Y por eso yo, gracias al amor de mis padres, me siento por este motivo un ser muy afortunado y cada vez más una especie en peligro de extinción.

Lissetina dijo...

Mis estimados,

Es increíble ver como el dios de este siglo a cauterizado la conciencia y las personas se han dejado engañar por siglos de la llamada iglesia católica. El señor nos pide que escudriñemos la palabra para que le conozcamos y sea el Espíritu Santo quien nos guíe a toda verdad. Si las personas dejaran de llevarse de doctrinas de espíritus engañadores, el mundo no estaría tan patas arriba. Si las personas escudriñaran la palabra como Dios nos manda:
- Sabrían que el sacerdocio, como aún lo quiere practicar la iglesia católica fue abolido cuando Jesucristo murió en la cruz y el velo del templo se rasgó en dos (Mateo 27.51). Lo que nos indica que ahora podemos tener una relación directa con Dios sin necesidad de hombres (sacerdotes). (2 Corintios 3:16: Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se QUITARÁ.). Ahora tenemos un Sumo Sacerdote que es Jesucristo y si vemos en 1 Pedro 2.9, todos somos llamados a ser sacerdotes del señor, en el trabajo, nuestra casa, en la calle para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Todos procurando llevar la verdad a los que están en tinieblas y arrebatárselo de las garras a Satanás para que se conviertan a Cristo. Pero satanás que siempre ha sido astuto, tiene a un montón de personas que creen que porque fueron bautizadas en la iglesia católica cuando eran bebes ya son salvos y que pueden hacer y deshacer porque ya los pecados presentes y futuros fueron perdonados. Mentira del diablo! Si Jesús le dijo a la mujer adultera: vete y no peques más; hello!!!!, "no peques más". "1 Juan 3:8: El que practica el pecado ES DEL DIABLO;...". Y vemos a los "fieles" cada domingo, sentarse y repetir como papagayo una retahíla de cosas, cuando la palabra dice que no hagamos repeticiones vanas (Mateo 6.7). Debemos orar que es hablar con Dios, pidiendo y suplicando en el nombre de Jesús.
El Señor nos llama a ser discípulo y hacer discípulos. En Marcos 16.16 16 nos dice: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Nótese que para creer para luego ser bautizado hay que estar grandecito y con consciencia, no ser un infante. Cuando se es parte del cuerpo de la iglesia (que es el cuerpo de Cristo, nosotros las personas no una institución) cada quien tiene una función dependiendo del don que Dios nos haya repartido para provecho de los santos (que no son los ídolos, sino los hermanos que se hayan convertido al Señor). La Palabra dice que hay diversidad de dones (dones del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) y los podemos encontrar en Romanos 12,4-8; 1 Corintios 12,8-11; Gálatas 4,11.

En cuanto al tema central de la "Carta abierta...", podemos ver en Efesios 7.11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.

El divorcio no es una opción para un verdadero hijo de Dios. Sólo pueden tener otra pareja quien quede viudo(a). Si usted no aguanta a su esposo (a) sepárese, pero no tiene luz verde para "rehacer su vida", pues si se casa de nuevo cae en categoría de adultero (a) (Lucas 16,18). Eso de que el amor se acabó es puro pretexto y engaño del satanás en el corazón de los que no conocen a Cristo. La palabra dice que el Amor permanece.
Casarse no es una decisión a la ligera, hay que conocerse, revisar pros y contras en la relación para que luego caprichosamente se quiera romper con el compromiso.

Consejo del Señor para los que están unidos en yugo desigual: 1 Corintios 7:13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.

Anónimo dijo...

Tengo a este sacerdote ahora de parroco. Que terrible! Sigue igual...