Resumen
Se concluye que en pacientes con DM2 el consumo moderado y sobre todo
si es a base de vino se asociaría a un menor riesgo de eventos
cardiovasculares y de mortalidad por cualquier causa. Existiría un 17%
menor riesgo de eventos cardiovasculares, un 15% menos de complicaciones
microvasculares y un 13% de menor mortalidad por cualquier causa.
Tomado de Redgedaps
El consumo moderado de alcohol mejora las complicaciones micro y macro-vasculares
El tema del consumo de alcohol es algo controvertido. Queda claro que
grandes ingestas crónicas son nocivas para la salud e influyen en
cantidad de procesos e incluso en la mortalidad.
El tema sin embargo,
se encuentra en lo que se ha dado en denominar cantidades moderadas, en
las que, se ha señalado, en ciertos estudios sobre su posible efecto
beneficioso cardiovascular, aunque en otros que cualquier cantidad
ingerida crónicamente aumentaría el riesgo de cáncer.
La asociación entre el consumo de alcohol y mortalidad coronaria ha
sido descrito como una curva en U, en donde el consumo moderado sería
beneficioso.
A nivel mundial existen disparidades en su consumo, pues en las
sociedades occidentales, como EEUU, el 51% de la población mayor de 18
años serían consumidores habituales, mientras en el sur- oeste de Asia
el 90% de los habitantes serían abstemios.
El tema que tratamos en este post tiene que ver con el consumo de
alcohol y el paciente con diabetes tipo 2 (DM2), un tema poco conocido
hasta el momento. La relación del alcohol con la ateromatosis, la
inflamación general, la dislipemia y la insulinorresistencia, lo harían
de alguna manera particular en este tipo de enfermos.
Sin embargo, el hábito alcohólico suele asociarse, o ir acompañado,
de otras variables confusoras no saludables como son el hábito
tabáquico, el sedentarismo, la mayor ingesta,... lo que complica extraer
conclusiones en estos pacientes.
Aunque son pocos los estudios al respecto que relacionan este hábito con
la enfermedad macrovascular, prácticamente ninguno que lo relaciona con
la complicación microvascular.
De ahí que traigamos a colación este estudio posthoc realizado a partir
de un ensayo clínico amplio y conocido, lo que le da más valor. En éste
se examina la asociación del consumo de alcohol y el riesgo de eventos
cardiovasculares (ECV) y muerte en pacientes con DM2, al tiempo que se
relaciona el consumo con los objetivos microvasculares y el tipo de
alcohol consumido.
El estudio
Action in Diabetes and Vascular Disease: Preterax and
Diamicron Modified-Release Controlled Evaluation (ADVANCE), es uno de
los estudios clásicos en el paciente con DM2 evolucionado. Un estudio
aleatorizado y multicéntrico (20 países) sobre 11.140 pacientes con DM2
y mayores de 55 años, con historia de enfermedad macrovascular o
microvascular o algún factor de riesgo cardiovascular (FRCV), que se
diseñó en dos brazos. Uno, metabólico, control intensivo frente a
convencional, y otro, sobre el control antihipertensivo. Los objetivos
fueron los eventos cardiovasculares (muerte cardiovascular, accidente
vásculo-cerebral, e infarto de miocardio no fatal) y las complicaciones
microvasculares.
El consumo de alcohol se registró directamente por el paciente, según el
tipo de alcohol y cantidad consumida, Se definió el consumo de alcohol
siguiendo los criterios del Royal College of Physicians, en nulo,
consumo importante (más de 21 consumiciones por semana en varones y 14
en mujeres), y consumo moderado (por debajo de dicha cantidad). Para
ello se aplicó un modelo de regresión múltiple Cox ajustado por
diferentes factores confusores y relacionando el consumo con los
diferentes objetivos.
La duración del estudio fue de 5 años de seguimiento, en el que 1031(9%)
de los pacientes murieron, y 1147 (10%) tuvieron algún evento
cardiovascular, y 1136 (10%) alguna complicación microvascular.
De los pacientes seguidos, 3.389 (30%) eran bebedores de alcohol, y 413 (4%) grandes bebedores.
Dentro del consumo de alcohol 1.335 consumían vino habitualmente (media
de 5 consumiciones por semana), y 2.054 cerveza o licores (media de
consumo de 7 consumiciones por semana)
Comparando los pacientes con consumo de alcohol moderado con aquellos
con consumo nulo, se constató que aquellos tuvieron menos eventos
cardiovasculares, hazard ratio ajustado (HR) 0,83 (IC 95% 0,72–0,95; p =
0,008), y menos complicaciones microvasculares HR 0,85 (IC 95%
0,73–0,99; p = 0,03) y menor mortalidad por cualquier causa HR 0,87 (IC
96% 0,75–1,00; p = 0,05). Según esto, los beneficios fueron evidentes en
los individuos con DM2 que bebieron vino, así el HR de eventos
cardiovasculares fue de 0,78 (IC 95% 0,63–0,95, p= 0,01 y de mortalidad
por cualquier causa de HR 0,77 (IC 95% 0,62–0,95, p = 0,02).
Por el contrario, el consumo importante frente al abstemio tuvo un mayor
riesgo de eventos cardiovasculares y de cualquier causa de mortalidad, y
además dosis dependiente.
Se concluye que en pacientes con DM2 el consumo moderado y sobre todo
si es a base de vino se asociaría a un menor riesgo de eventos
cardiovasculares y de mortalidad por cualquier causa. Existiría un 17%
menor riesgo de eventos cardiovasculares, un 15% menos de complicaciones
microvasculares y un 13% de menor mortalidad por cualquier causa.