Sistema Manchester categoriza según síntomas, lo que reduciría en un 85% el tiempo de aplicación.
por Gabriela Sandoval P.
Un nuevo sistema de categorización de los pacientes que llegan a las
urgencias del país, más simple y rápido, está implementando el
Ministerio de Salud. Se trata del modelo Manchester que, sobre la base
de la recolección de los síntomas que declara o presenta una persona, lo
clasifica según la gravedad y el tiempo que puede esperar para recibir
la atención.
El modelo consiste en la aplicación de preguntas clave que describen
la sintomatología de forma directa y simple. Es un examen breve y que
entrega la información necesaria para priorizar la urgencia de la
persona
(ver infografía).
Obtenida la descripción, el sistema Manchester asigna cinco colores.
Desde rojo, para el paciente más grave y que debe ser atendido en forma
inmediata, hasta azul, que corresponde al paciente leve, que podría
resolver su patología en un centro de atención primaria.
Mario Paublo, jefe del departamento de gestión de procesos clínicos
asistenciales de Minsal, añade que el uso de colores permite socializar
más fácilmente el concepto de urgencia entre los pacientes, quienes
sabrán de antemano el tiempo estimado de su atención a partir de la
categoría en que queden clasificados. “Estamos acostumbrados a trabajar
por diagnósticos: el infarto, herida penetrante o peritonitis, y eso
puede depender de la experticia de la persona. El nuevo sistema es un
protocolo estandarizado, que recoge los síntomas del momento y les
asigna, a partir de eso, una categoría y un tiempo de atención”, añade
Paublo.
Optimización de tiempo
Actualmente, cuando una persona llega a una sala de urgencia aquejada
por alguna patología, es sometida a un proceso de selección de demanda
asistencial. Es un chequeo que practica una enfermera y que indaga el
cuadro clínico, los signos vitales y la gravedad del paciente, para
definir quiénes deben ser atendidos más rápido que otras personas, que
tienen menos riesgo de sufrir complicaciones.
Este selector tiene deficiencias. Su aplicación tarda de 10 a 15
minutos por persona, pues asocia los síntomas a un eventual diagnóstico
para definir una categoría de paciente -de C1 a C5- y fijar así el
tiempo tolerable de espera. Es exhaustivo, pero no necesariamente
acertivo.
La directora de la Posta Central, Patricia Méndez, explica que en una
urgencia atochada de personas, no es el sistema más apropiado. “Es muy
largo. Se va haciendo una lista mientras una enfermera toma la presión,
pulso e interroga a la persona. Es reiterativo y debería ser más
expedito”, dice Méndez.
La aplicación del modelo Manchester, en cambio, demora 90 segundos en
describir la principal sintomatología, reduciendo así en un 85% el
procedimiento, que tiene como segunda fase la atención y el diagnóstico
que debe hacer el profesional de salud.
El sistema se aplicará desde el próximo año en la Posta Central, como
referente de las urgencias del país, y en el Hospital Clínico San Borja
Arriarán, para ampliarse por etapas al resto del país. La idea es que
el modelo esté operativo en los 62 centros de mayor complejidad durante
2014. “Las consultas hechas nos dicen que este es el sistema de
categorización ideal, y es momento de dejar el que tenemos y poner en
marcha uno internacional, con mejores resultados”, dijo el subsecretario
de Redes Asistenciales, Luis Castillo.
El modelo Manchester fue creado en Inglaterra, tras la II Guerra
Mundial, y se extendió rápidamente en Europa. Lo usan también los países
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(Ocde), para comparar los indicadores.